Las aguas de Bellús toman su contenido de la fuente de Alfama. Desde el siglo XVIII hay referencias al uso medicinal del agua de Bellús, que no fue declarada de Utilidad Pública sino hasta 1878 y en sus alrededores se construyó un balneario. La compañía Solares comenzó la comercialización de agua embotellada en 1965, actividad que se fue incrementando en cantidad extraída hasta 1979, año en el que el balneario deja de funcionar. Tras numerosos desmanes en la gestión del recinto e intentos de hacer renacer el negocio, hay especial interés en proseguir con la actividad de envasado del agua mineral como imagen de marca de la zona, bajo la denominación de "Bal Bellús" se produce tanto agua normal como carbónica; cabe decir que en el transcurrir de unos pocos años la producción era ya mínima. La riada de 1987, que enterró los manantiales libres que había junto al río Albaida, y la construcción de la presa de Bellús condenaron al olvido la zona.
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